Por: Agustina Navarro
Ya escribimos un post sobre los trámites para viajar con mascotas de Argentina a la Unión Europea. Ahora en esta publicación queremos compartir con ustedes nuestra experiencia al viajar con uno de nuestros gatos en la cabina del avión y darles algunos consejos que a nosotros nos fueron de mucha ayuda. En julio de 2019 nos mudamos de Buenos Aires a Ámsterdam con uno de nuestros bebes: Thor. Fue un vuelo directo Ezeiza-Schipol con la aerolínea KLM.
Queremos empezar diciendo que pensar en volar 13 – 14 horas más las horas extras de espera en el aeropuerto con Thor metido en un bolso nos daba cierto pánico. Pensábamos en todo lo que podía salir mal y que fuera una experiencia traumática para él y para nosotros.
Obviamente cada experiencia es diferente ya que depende de la personalidad del gato pero al llegar a nuestro nuevo hogar en Ámsterdam sentimos que todo el proceso, no solo el vuelo en sí, fue menos difícil de lo que imaginamos.
Consideramos que para que todo salga bien es importante informarnos adecuadamente sobre los trámites, ser muy organizados con los papeles, las fechas y demás requisitos para evitar cualquier contratiempo y buscar entre conocidos o post como el nuestro 😉😛 experiencias de humanos que hayan realizado el mismo viaje con gatos de modo de estar bien preparados para la hazaña.
Dicho esto y sin mas rodeos empezamos con los consejos para viajar con tu gato en avión.
Antes de reservar el pasaje
- Si es posible, elegí un vuelo directo: Cuando nuestra mudanza a los Países Bajos ya era un hecho y debíamos empezar los preparativos lo primero que decidimos era que nuestro vuelo iba ser directo. Principalmente para que Thor pase la menor cantidad de horas expuesto al estrés del viaje y para evitar escalas en países fuera de la comunidad europea que pudieran tener requisitos diferentes para el ingreso de animales.
- Elección de la aerolínea: dado que solo KLM tiene vuelo directo hacia Ámsterdam no hubo muchas opciones para evaluar en nuestro caso, pero en el caso de que tu destino sea alguna ciudad hacia la que lleguen varias aerolíneas te aconsejamos evaluar las condiciones y requisitos que imponen cada una de ellas para el transporte de mascotas. Generalmente estas condiciones se diferencian en las medidas del transportín, el peso del animal, la edad y raza del mismo. Elige la que se ajuste mejor a las necesidades de tu gato.
- Prioriza viajar en cabina: sabemos que a diario miles de gatos y perros viajan en la bodega de un avión sin ningún problema pero sentimos que el nivel de estrés para un gato es mucho mayor si viaja en la bodega. Incluso los mismos veterinarios nos recomendaron que nuestros gatos viajen en cabina. Esto podrás hacerlo si el animal pesa menos de 8kg (puede variar según la aerolínea). Si la raza es considerada braquiocefálica (birmano, exótico de pelo corto, himalayo, persa) solo pueden viajar en la cabina.
- No esperes demasiado tiempo para reservar tu pasaje: en cada vuelo suele haber un cupo limitado de animales en la cabina por lo que antes de comprar tu pasaje comunícate con la aerolínea para verificar que hay lugar para tu gato. Si es así compra el pasaje para ti e inmediatamente llama de nuevo para que agreguen una mascota a tu reserva.
Días antes del viaje
- Comprar el bolso: una vez que has seleccionado la aerolínea deberías (si aún no lo tienes o no es de las medidas adecuadas) comprar el bolso o transportín que usaras durante el vuelo. Los modelos son muy variados al igual que las medidas. Por lo general, no vienen de la medida exacta que exige la aerolínea pero al ser bolsos flexibles puede haber unos centímetros de diferencia. Nosotros optamos por comprar un bolso que se veía bastante acolchonado en su base y sus ventanas eran pequeñas. Sentíamos que mientas menos viera Thor del mundo exterior mas a salvo se iba a sentir. Aunque la red que cubría este bolso no era lo suficientemente rígida y empezó a romperla con sus garras días antes del viaje por lo que tuvimos que reforzarla antes del vuelo.
- Acostumbrar a tu gato al bolso: nuestros gatos usaban su bolso transportador una o dos veces al año para visitar la veterinaria e iban maullando todo el camino porque no les gustaba nada. Por eso una vez que tuvimos el transportín empezamos a meterlo, al principio, por algunos minutos y luego llegó a estar hasta 1 hora o mas dentro del bolso. Obviamente no era ni cerca la cantidad de horas que iba a tener que pasar durante el viaje pero al menos queríamos que se familiarizara con su bolso y lo sintiera un lugar seguro.
- Comprar una pechera y acostumbrarlo a ella: ponerle una pechera con correa a tu gato el día del viaje es fundamental cuando atraviesas el control de seguridad ya que deberás sacarlo del bolso para que este pase por el escáner y vos con tu gato en brazos deberas cruzar el detector de metales. La correa te brindara la confianza y seguridad en caso de que tu gato se quiera escapar o clave sus afiladas garras en ti y lo termines soltando por reflejo. Al igual que con el bolso, una vez que compramos la correa se la empezamos a poner a Thor en casa, primero durante unos minutos en los que se quedaba inmóvil 😆 y luego llegó a tenerla durante todo el día.
- Consultar con tu veterinario: aprovecha las visitas al veterinario para que te de consejos para el vuelo y de paso que revise que tu gato este en buen estado de salud. En una de esas visitas nosotros descubrimos que Thor tenía un soplo al corazón y era aún menos recomendable que viaje en la bodega del avión. Por otro lado las aerolíneas aconsejan no sedar a tus mascotas para el vuelo dado que la sedación disminuye su ritmo cardiaco y temperatura corporal. No obstante existen productos que contienen feromonas que ayudan a los gatos a sentirse tranquilos y seguros en un ambiente desconocido. El producto que a nosotros nos recomendó nuestra veterinaria se llama Feliway y compramos su versión en spray en Mercado Libre. Lo empezamos a usar para las visitas al veterinario y al Senasa. Solo hay que rociarlo en el bolso 15 minutos antes de meter al gato. Sentimos que tuvo un impacto positivo en Thor que de maullar todo el tiempo paso a estar muy tranquilo.
Antes de salir para el aeropuerto
- Comida y agua: es bueno que consultes con el veterinario cuanto tiempo antes del vuelo deberías retirarle el alimento a tu gato. Esto se suele recomendar para evitar vómitos por mareos o que tenga ganas de hacer sus necesidades durante el viaje. En nuestro caso se lo retiramos unas 12 horas antes de emprender la salida hacia el aeropuerto y solo le dejamos agua hasta un par de horas antes de dicho momento.
- Prepara su bolso: en caso de que quieras evitar algún tipo de accidente de pis o caca puedes colocar en la base del transportín algún paño super absorbente o pañal que puedes comprar en la veterinaria. Nuestros gatos no quisieron saber nada con llevar ese paño debajo de ellos pero por las dudas lo llevamos en nuestra mochila. Como mencionamos anteriormente, 15 minutos antes de meter a Thor en el bolso rociamos el mismo con Feliway.
- Colócale la pechera: es probable que una vez que metas a tu gato al bolso no lo vuelvas a sacar hasta el control de seguridad por ello asegurate de colocarle la pechera antes de dejar la casa de modo de poder hacerlo en un lugar confiable para tu michi.
- Guarda todo lo que necesites en una mochila: todo aquello que creas que puedas necesitar durante el vuelo guardalo en tu mochila de viaje. En nuestro viaje además de toda la documentación de Thor llevamos a mano el Feliway, paños absorbentes, bolsita en caso de que hiciera caca, un puñado de su alimento balanceado y un recipiente para poder darle agua en caso de que quisiera.
En el aeropuerto
- Ir con tiempo: cuando en tu reserva se incluye una mascota ya no podrás realizar el check-in online por lo que deberas hacerlo directamente en el aeropuerto. Recomendamos llegar unas 3 o 4 horas antes ya que en el mostrador de la aerolínea controlaran la documentación de tu gato (el CVI que te otorgo el Senasa), le sacaran fotocopias y si todo esta bien te enviaran a otro mostrador a pagar la tasa correspondiente por viajar con mascota. Todo esto a nosotros nos tomo alrededor de una hora, donde mas nos demoramos fue pagando y solo teníamos dos personas adelante nuestro, y en la fila del check-in estábamos prácticamente solos cuando llegamos. Además si están dejando el país como nosotros querrán tener tiempo para despedirse adecuadamente de sus seres queridos.
- Pasar el control de seguridad: quizás este sea uno de los momentos mas tensos en el aeropuerto, cuando tengas que sacarlo del bolso para cruzar el detector de metales. Seguramente sabrás que sujetar a tu gato de la nuca lo deja inmóvil y fue lo que Lucas hizo cuando lo saco del transportín ademas de enrollarse en un mano la correa por si se llegaba a soltar. Por suerte no hubo ningún incidente, los guardias del aeropuerto se mostraron muy amables y les dio mucha ternura la carita de asustado de Thor. Lo volvimos a meter en el bolso y listo ya se sentía tranquilo en su zona de confort.
- Esperando el embarque: una vez que pasamos migraciones, donde no piden absolutamente nada de tu mascota, solo queda esperar el momento del embarque. Durante esta espera te aconsejamos que busques un lugar tranquilo con el menor movimiento de gente posible y ruidos molestos. También aprovechamos durante este tiempo para llevar a Thor al baño para sacarle la pechera y que estire por última vez sus patas. Como era de esperarse tampoco le gusto salir de su bolso y estar en un ambiente que no conoce, así que solo lo tuvimos unos minutos fuera y volvimos a meterlo. Procuramos ser uno de los primeros en embarcar (pueden preguntar al personal de la aerolínea si no les dan preferencia) de modo de acomodarnos rápido en nuestros asientos.
En el avión
- El despegue: Y llegó el momento de despegar, nervios a flor de piel por cómo podía reaccionar Thor. Colocamos su bolso debajo del asiento delantero donde entró justo. Escuchamos algunos maullidos pero con el movimiento de la gente abordando apenas se escuchaban. Luego en el momento del despegue los maullidos de Thor se intensificaron un poco pero, nuevamente, con el ruido del motor del avión creo que solo nosotros podíamos escucharlos. Una vez que el avión se niveló dejó de maullar y se acomodó para dormir. Increíble, no lo podíamos creer, había sido mucho más fácil de lo que imaginamos.
- Durante el vuelo: por suerte Thor se quedo tranquilo en su preciado y confiable bolso, cada tanto chequeamos por las ventanas que estuviera bien pero tratamos de molestarlo lo menos posible. Solo en un momento Lucas llevó el bolso al baño para ver cómo estaba y si quería tomar agua. Thor lo único que hizo fue asomar la cabeza y no moverse de su transportín. Cuando salió del baño una tripulante le indicó a Lucas que el bolso siempre debe permanecer debajo del asiento. En ese momento no sabíamos que esta regla es así en todas las aerolíneas y también depende mucho del personal ya que luego hemos sabido de personas que han podido sacar a su perro y llevarlo en la falda con el consentimiento de la tripulación, mientras que a otros no les han dejado siquiera poner el bolso en un asiento contiguo. En caso de duda, siempre pregunten. También chequea siempre de cerrar bien el bolso dado que algunos gatos tienen la habilidad de mover los cierres, como le paso al papá de una amiga que encontró a un gato caminando entre las piernas de la gente y resulta que el michi había logrado burlar la seguridad de su bolso 😆.
- El aterrizaje: luego de mas de 10 horas de vuelo Thor ya se empezó a poner un poco impaciente, o quizás ya le había entrado la curiosidad de explorar, el caso es que buscaba salir de su zona de confort por lo que para tranquilizarlo abrimos apenas el cierre superior para pasar nuestra mano, acariciarlo y eso lo tranquilizaba bastante. Una vez que tocamos tierra (al fin!) pasamos por migraciones y luego nos acercamos a aduana para declarar nuestro ingreso con Thor.
Llegando al nuevo hogar
Desde el aeropuerto optamos por tomar un transfer privado debido a la cantidad de valijas que llevamos, y especialmente para liberar a Thor lo antes posible.
Cuando llegamos a nuestro departamento temporario planeamos esparcir Feliway en una habitación de la casa para meter a Thor y cerrar la puerta de modo que no tenga contacto con el resto de la habitaciones. La idea era que tuviera contacto de a poco con el nuevo hogar para no generar aún más estrés.
Así que apenas pudimos meter todas las valijas en el departamento, sacamos el spray, lo esparcimos, esperamos 15 minutos y finalmente pudimos sacar a Thor del bolso. Al principio estaba con temor pero es normal en los gatos que llegan a un nuevo lugar. Le dejamos comida y agua que devoro apenas la vio. Por suerte teníamos un amigo ya viviendo en Ámsterdam que se encargó de esperarnos con una litera con piedras sanitarias, la cual también colocamos en dicha habitación y usó apenas terminó de comer.
En el caso de que no tengan a nadie que los pueda esperar con una litera lista, les aconsejamos que busquen veterinarias cercanas a su alojamiento antes de viajar para poder ir a comprar una apenas lleguen.
Una vez que Thor satisfizo sus necesidades básicas ya se sintió confiado para salir a explorar la nueva casa. Mientras estaba recluido aprovechamos para rociar con Feliway el resto de las habitaciones y notamos que no se sintió tan asustadizo al investigar nuevos rincones.
Bueno ya nos vamos acercando al final de este extenso post, solo queremos agregar dos preguntas que nosotros nos hacíamos antes de viajar y nos generaban cierta inquietud:
- ¿Qué pasa si mi gato quiere hacer pis o caca durante el vuelo?si bien es una situación que podría llegar a darse, ninguno de nuestros dos gatos ni la gata de un amigo que realizó el mismo viaje quisieron hacer sus necesidades durante el viaje. Ellos no se sienten seguros, no están en un ambiente confiable, no es su territorio y por lo tanto es poco probable que quieran hacer pis o popó. No obstante siempre es bueno estar preparado para esta eventualidad o como suele pasar con algunos gatos que ante situaciones de estrés lanzan una especie de spray de orina (Thor de hecho creemos que lo hizo en su bolso) pero no llega a mojar ni a largar un olor desagradable.
- ¿Qué pasa si mi gato maulla mucho y molesta a los demás pasajeros? siempre consideramos que nuestros gatos, especialmente Richard Parker, eran bastante nerviosos y maullaban alocadamente cada vez que los sacábamos de casa. El entrenamiento que realizamos con Thor (feliway + dejarlo en el bolso durante un tiempo) funcionó bastante bien para que deje de ponerse tan nervioso cuando estaba en un ambiente desconocido. En cambio Richard Parker, que viajo desde Buenos Aires a Amsterdam con un amigo, maulló un poco más y llamó la atención de algunos pasajeros pero no de mala manera, sino que por el contrario, se preocuparon por él, le hicieron mimos y lo cuidaron cuando nuestro amigo tuvo que ir al baño. En caso de que alguna persona se vea afectada ya sea por el maullido o porque es alérgico en todo caso deberá hablarlo con la tripulación del avión para tratar de encontrar una solución.
Esperamos que nuestra experiencia y los consejos que te hemos dado en este post te sean de mucha ayuda con tu travesía gatuna. Si no fuera porque nos mudábamos a otro país no hubiésemos sometido a nuestros gatos a semejante viaje pero son familia y no era una posibilidad separarnos de ellos.