Por: Agustina Navarro
Roma fue nuestra puerta de ingreso al viejo continente y apenas pusimos un pie en ella fue amor a primera vista.
Durante los 4 días que estuvimos en la ciudad nos hospedamos en un departamento muy cerca de Piazza Navona y el primer día lo dedicamos a conocer el centro histórico.
En esta zona se concentran las principales plazas y monumentos de la Roma Antigua. Antes de viajar planeamos un recorrido para conocer los puntos mas importantes y ahora queremos compartirlo con ustedes.
Piazza di Spagna
Nuestro itinerario comenzó muy temprano en una de las plazas mas elegantes de la capital italiana. El mayor atractivo son las escaleras que conectan la plaza con la Iglesia Trinitá dei Monti.
Estas escalinatas son un gran atractivo para los turistas, que se sientan en ellas a charlar, tomarse fotos o compartir un verdadero gelato italiano.
Pero si la desean un poco más vacía (como se muestra en la foto) pueden ir temprano como hicimos nosotros y tendrán todo el espacio para ustedes.
Fontana di Trevi
A unos 8 o 10 minutos a pie desde Plaza di Spagna llegamos a la fuente mas grande de Roma.
Realmente nos sorprendió, no solo por su tamaño, sino también porque está muy bien escondida entre la arquitectura de la ciudad. Uno no espera que al venir caminando por sus calles estrechas surja semejante obra maestra.
Por supuesto, este es uno de los sitios mas visitados, en cualquier época del año, y a veces resulta complicado tomarse una buena foto o encontrar un lugar para sentarse a contemplarla, pero tengan paciencia.
Nosotros la visitamos en invierno alrededor de las 10 de la mañana y no tuvimos inconvenientes, ni con los otros turistas ni con los vendedores callejeros que se instalan en la zona.
No deben dejar de visitar la fontana durante la noche. La buena iluminación que tiene la vuelve aún mas bonita.
El dato curioso es que por día se retiran de la fuente cerca de 4000 euros. Esto se debe a que existe un mito que dice que si se arroja una moneda con la mano derecha sobre el hombro izquierdo se asegura el regreso a la Ciudad Eterna.
Pero no termina ahí, si se arrojan dos monedas te aseguras encontrar el amor y con tres monedas te casaras. Pero ojo! si ya estas casado entonces te divorciaras. Cierto o no, nosotros arrojamos nuestra moneda para volver algún día a esta bella ciudad.
Piazza Colonna y Piazza di Pietra
Aunque no queríamos dejar la Fontana reanudamos nuestro circuito hacia estas dos plazas.
La primera de ellas se ubica sobre la Via del Corso (a unos 5 minutos a pie desde la plaza di Trevi) y es muy importante políticamente ya que allí se encuentra el Palazzo Chigi que funciona como la residencia del Primer Ministro Italiano y muy cerca de este se halla el Palazzo Montesitorio, sede de la Cámara de Diputados.
Pero lo que más nos llamó la atención de la plaza fue la columna de 30 mts de altura de Marco Aurelio.
Muy cerca de allí por la Via dei Bergamaschi se llega a la Piazza Di Pietra, una pequeño rincón que alberga una gran fachada de 11 columnas pertenecientes al Templo de Adriano del siglo II.
Panteón
Así fue como nuestro andar nos llevó a otro de los monumentos más simbólicos de Roma.
Antes de ingresar al Panteón caminamos un poco por la plaza que la rodea (Piazza della Rotonda), escuchamos a un músico callejero que tocaba el violonchelo y principalmente admiramos su imponente exterior.
La entrada al Panteón es gratuita, las dos veces que la visite no tuve que hacer fila para ingresar, pero sé que en verano suele ser más concurrido por lo que sería conveniente que lo visiten a primera hora de la mañana.
Piazza Navona
Luego de dejar el Panteón llegamos rápidamente a una de las plazas más grandes y vibrantes de la ciudad.
En ella se reúnen una gran cantidad de locales, turistas, artistas y vendedores, todos ellos complementados con la gran variedad de restaurantes que se ubican alrededor de la plaza, la Iglesia di Sant’Agnese in Agone y por supuesto por las tres fuentes que ocupan el centro de la escena.
La principal y más grande de las tres es la Fontana dei Quattro Fiumi (fuente de los cuatro ríos) acompañada por la Fontana de Nettuno en un extremo y por la Fontana del Moro en el otro.
Campo dei Fiori
Increíblemente, terminada nuestra visita a Piazza Navona apenas habían pasado unos minutos del mediodía.
Por ello decidimos ir hasta Campo dei Fiori, un mercado local que se ubica a unos 8 minutos a pie desde Navona.
Este mercado a cielo abierto funciona de lunes a viernes de 7 a 14 hs y en él pueden encontrar una gran variedad de frutas, verduras, quesos, fiambres, especias y hasta souvenirs como imanes, pequeñas estatuas y coloridos paquetes de pasta italiana.
De día la oferta gastronómica alrededor de este espacio es muy amplia y los precios variados. De noche también es un buen lugar para tomar unas copas y disfrutar de la vida nocturna.
Largo di Torre Argentina
Luego de almorzar y tomar un descanso, quisimos conocer este lugar que nos llamó la atención porque entre sus ruinas vive una comunidad de gatos callejeros y funciona un refugio para ellos en el subsuelo.
Las restos de piedra pertenecen a cuatro templos de la época de la República y parte del Templo de Pompeyo, ambos construidos entre el siglo II y IV a.C.
Cabe destacar que no es posible acceder a las ruinas y solo las podrán ver desde la vereda como se observa en la foto pero si andan por la zona bien vale la pena darse una vuelta por allí.
Piazza Venezia
Y así es como llegamos al final de nuestro itinerario, terminando en una zona muy transitada de la ciudad.
La plaza toma el nombre del Palacio Venezia, que se halla a uno de sus costados. En este edificio vivió Mussolini durante sus años de dictadura, utilizando el balcón que da a la plaza para dar sus históricos discursos.
Pero todas las miradas se las lleva el inmenso y blanco Monumento a Vittorio Emanuele II, construido para rendir homenaje al primer rey de Italia tras la unificación.
La entrada a este monumento es gratuita y desde sus terrazas se obtienen buenas vistas de la ciudad. También cuenta con un ascensor panorámico si quieren obtener mejores vistas pero tiene un costo de 7 euros. Nosotros decidimos no tomarlo e igualmente quedamos conformes con el panorama que vimos desde sus amplias terrazas.
Dentro del monumento funciona el Museo del Risorgimento, dedicado a contar la historia de la unificación italiana, aunque por lo general los turistas no se detienen mucho a observar la exhibición.
Después de la Primera Guerra Mundial se colocaron en la terraza más cercana a la calle los restos de un soldado desconocido para homenajear a todos los caídos en la guerra. Los restos son acompañados por una llama que nunca se extingue y que está custodiada por dos soldados permanentemente. Cuando lo visitamos tuvimos la oportunidad de ver el cambio de guardia.